Ésta es la primera historia “larga” que he podido terminar, porque normalmente se quedan a medias, así que esto ya es un logro para mí -^.^-

Antes de empezar, me gustaría avisar de que No es una historia realista :P no concibo una historia sin fantasía! (Para realidad, ya tengo mi vida :3 creo que una historia sirve para evadirse, vivir aventuras que no puedes vivir en la vida real).

En nada se parece a las grandes historias que tanto me gustan, es sólo un intento de imitación, pero he hecho lo que he podido, quizás pueda mejorarla más adelante…

Me hubiera gustado crear un cómic o algo así, pero no me he atrevido (Sobre todo porque así había más posibilidades de que se quedara a medias), por eso le iré añadiendo dibujos. Así es como yo me he imaginado a los personajes y los lugares, pero cada uno es libre darle el aspecto que quiera, claro.

En fin, espero que os guste (dentro de lo que cabe... jeje)

Adelante! -^.^-

sábado, 4 de febrero de 2012

Capítulo 1. Primer día de clase


David subía la calle que llevaba al instituto, mirando al suelo y muy despacio, como si quisiera alargar lo máximo posible sus últimos minutos de vacaciones. El peso de la mochila lo agobiaba y el murmullo de los demás estudiantes que subían por la misma calle hacían que aumentase su mal humor.

Era 15 septiembre y ya hacía un poco de frío, algo normal en aquel pueblo de montaña gallego. El cielo estaba nublado, a punto de llover. El aire traspasaba la fina camisa negra de David y le revolvía el cabello castaño oscuro.

<<Parece que fue ayer cuando era 24 de junio y salíamos todos tan contentos pensando en lo que íbamos a hacer estas vacaciones… y ahora, ya estoy otra vez subiendo esta maldita calle, de camino al instituto donde volveré a ver a la misma gente pesada de todos los años, donde volveré a pasar mañanas enteras mirando por la ventana y sintiendo envidia de los gatos del tejado>> Iba pensando mientras veía que sus pasos le conducían irremediablemente hasta el edificio que había al final de la calle.


Entró por la puerta del patio delantero del instituto y miró hacia la puerta del edificio. Casi toda la gente ya había entrado. Caminó hacia allí y, antes de entrar, se miró rápidamente en el cristal de la puerta. Tenía el aspecto que había procurado tener antes de salir de casa. El pelo le caía casi hasta los ojos, tenía una mirada seria y su ropa le hacía parecer un chico duro, lo suficiente como para que sus compañeros de clase no le molestasen con tonterías. Una vez comprobado esto, siguió adelante por el pasillo hasta encontrar la clase de 2º de bachillerato, en la segunda planta. Al menos, tendrían buenas vistas.


Al entrar, pasó la mirada por toda la clase, que estaba llena de estudiantes andando de un lado a otro o en grupos riendo y comentando entre ellos. Nadie pareció reparar en su presencia. Después miró al final de la clase, a la mesa que había al lado de la ventana donde él solía sentarse en todas las clases. Iba a sentarse allí también ese año pero, para su sorpresa, aquel sitio estaba ocupado. Había una chica sentada, mirando por la ventana.










¿Cómo no se había fijado antes en ella? Llamaba bastante la atención. Tenía el pelo largo por delante pero por detrás sólo le llegaba hasta la nuca, un corte de pelo curioso, además, era de color marrón claro con las puntas levemente teñidas de rosa. Llevaba una diadema negra y una gargantilla. Su ropa también era negra, parecía… gótica o algo así. David no había visto nunca antes a esa chica.

Miró de nuevo a la clase en general y se dio cuenta de que, lo que todos estaban comentando era, seguramente, el aspecto de aquella chica nueva. Hablaban en grupos mirándola de vez en cuando, tan descaradamente, se dijo David, que si él hubiera estado en el lugar de la chica, se habría levantado y se habría ido de la clase (claro que él nunca llamaría la atención de esa manera para que todos comentaran sobre él), pero ella no parecía advertirlo, o quizás no le importaba. Parecía tan tranquila…

<<Tengo que recuperar mi sitio>> Pensó David <<Si no me impongo desde el principio, me pisotearán>>.

Cruzó la clase hasta llegar hasta donde estaba la chica y se plantó frente a ella. Esta vez, los demás sí parecieron verlo y muchos dejaron de hablar para quedársele mirando fijamente y ver qué iba a hacer. Pero la chica nueva no le hizo el menor caso, no movió ni un músculo, como si nadie se hubiese acercado a ella. David se quedó unos minutos allí delante, mirándola fijamente. Al final, decidió hablar.

-Ese sitio es mío.

Ella levantó el rostro y lo miró por primera vez. Era bastante guapa. Tenía los ojos grandes, de un color azul turquesa. David esperaba que ella se asustara, se avergonzara, o algún gesto de disculpa… pero se quedó mirándolo como si nada.

-No he visto ningún cartelito de “reservado” ni nada - Se limitó a decir ella.

David se quedó desconcertado, no estaba acostumbrado a que le plantasen cara.

-Sé que eres nueva, pero deberías saber que todos los años me siento yo ahí.

-Pues este año seré yo quien se siente, me gusta este sitio.

-Levántate.

-No quiero.

-¿Me has oído? Que te levantes - David estaba empezando a enfadarse pero, de algún modo, sabía que no podía hacer nada contra aquella chica, a este paso iba a arruinar su imagen y todos verían que él no era tan duro como parecía.

Alguien agarró a David del brazo y él se volvió. Era Judith, una chica rubia, alta, con los ojos marrones y el pelo rizado, una de las pocas personas amigas de David. Parecía preocupada.

-Déjala, ¿Y si te echa mal de ojo?- Le dijo al oído, tirando de él hacia atrás.

-¿Qué dices? No es una bruja,  Judith, se cree que con esas pintas va a dar miedo…

En ese momento, una mujer de unos 30 años, morena, con el pelo corto y gafas entró en la clase. Llevaba unos pantalones vaqueros, una rebeca blanca y un maletín colgado del hombro. Cruzó por delante de la pizarra hasta la mesa del profesor y dejó el maletín encima. Después, miró a toda la clase. Algunos alumnos ya se había sentado y otros aún estaban con lo suyo. Ni David ni Judith se habían dado cuenta de que había entrado.

-Silencio, por favor. Sentaos en vuestro sitio- Dijo la profesora en voz alta.

Todos dejaron de hablar, David y Judith se sorprendieron y miraron hacia la profesora, que les hizo un gesto para que fueran a su sitio. David no tuvo más remedio que sentarse en el sitio que había delante de su antigua mesa, que estaba libre y  Judith se colocó, muy a su pesar, en la mesa de al lado de la chica. Una vez se hubo sentado, David dedicó una mirada amenazadora a la chica de atrás, pero ella no se inmutó. Luego, volvió a mirar a la profesora.

-Hola, me llamo Elena y soy vuestra tutora este año. Lo primero, os vais a presentar uno por uno ¿Vale? Me decís vuestro nombre, edad, lo que os gusta hacer, lo que os gustaría estudiar… ya me entendéis ¿No? Empezad por allí.

<<Parece simpática>> Pensó David.

A continuación, como había dicho la profesora, todos los alumnos se fueron presentando. David conocía ya a la mayoría, casi todos eran los mismos compañeros del año anterior y aquello se le hizo algo aburrido hasta que le tocó hablar a él, que era el penúltimo. Nunca le había gustado presentarse en clase, sobre todo por aquella pregunta de “¿Qué quieres estudiar?”… porque no lo sabía, no tenía ni idea de qué quería estudiar.

-Soy David Lemus Guzmán, tengo diecisiete años, me gusta hacer deporte…- En realidad, le gustaba hacer muchas cosas más, pero nadie tenía por qué saber más cosas sobre él- Y quiero estudiar derecho – Mentira, solía decir eso para evitarse la típica conversación con el profesor y para no parecer un idiota indeciso, pero no sabía qué quería y eso era algo que le preocupaba, tenía que decidirse ya.

-Mmm, derecho; eso es difícil. Sacarás buenas notas ¿no?- Contestó la profesora sonriendo – Muy bien y, por último… tú, chica – Dijo señalando a la nueva. David sentía curiosidad por ver qué decía.

-Me llamo Alice White Clark, me gusta leer, dibujar, hacer deporte, viajar… y algunas cosas más que no creo que sea conveniente decir. No sé lo que quiero estudiar, ni siquiera sé si voy a hacer una carrera.

David se quedó sorprendido, tanto por el nombre, evidentemente extranjero, como por su sinceridad al dejar claro lo que no quiere decir y sus dudas respecto al futuro, tan parecidas a las de él.
También los demás se quedaron algo desconcertados. Unos aguantaban risitas, otros hablaban en voz baja con sus compañeros y otros se quedaron en silencio.

-Vaya, no eres de aquí ¿Verdad? De España, me refiero – Preguntó Elena, seguramente también sorprendida. Abrió su maletín y sacó la lista de alumnos, para comprobar el nombre.

-No, soy de Gran Bretaña. Me he mudado aquí este verano – Contestó Alice; a pesar de ser inglesa no tenía ningún acento.

-¿Y no sabes qué quieres estudiar?
Alice negó con la cabeza.

-Pero tienes que decidirte, este es tu último año de instituto, luego pasarás a la universidad y… ¿De verdad no tienes nada en mente? ¿Algo que te guste?

-No.

-Pero… ¿Crees que podrías sacar algo? Es decir, ¿se te da bien estudiar? ¿Qué tal las notas?

-De maravilla.

-Entonces, no puedes dejar los estudios, no todo el mundo tiene la suerte de poder decir eso de sus notas.

-Lo sé.

David suspiró. <<Menos mal que no he dicho yo que no me había decidido aún, precisamente eso es lo que quiero evitar…>>.

-Bueno pues, espero que consigas decidirte a lo largo de este curso – Dijo Elena, dando por terminada su conversación con Alice y dirigiéndose a todos los alumnos – Bien, ahora voy a poner el horario en la pizarra para que lo copiéis, aunque no sé si dará tiempo…

El resto del día transcurrió como todos los años el primer día de curso: profesores entrando y saliendo, presentándose y preguntando nombres, dictando listas de material…

David volvía de vez en cuando la cabeza para mirar a Alice y ella siempre estaba mirando distraídamente por la ventana o leyendo un libro. Aquella chica le inquietaba.

A la salida la vio de lejos, con su libro bajo el bazo, pero pronto fue engullida por el remolino de gente que se dirigía hacia la puerta, después, David se encontró con Judith y los dos caminaron juntos hasta su casa conversando sobre las vacaciones de verano, las impresiones de los profesores y… de la chica tan rara que se había sentado en el sitio de David.








3 comentarios:

  1. por fiiinnn!!! a que no cuesta tanto empezar?? XD luego me mandas una peticion al otro tuenti y te hago propaganda, esto va a triunfar, te lo digo yo. Esta muy bien, me ha gustado mucho como empieza, pero tienes que hacer un dibujo de David, vale?? XP

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  2. Jaja, empezar sí es fácil... lo difícil es terminar! XD
    Vaaale jeje luego haré un dibujo, pero no te garantizo que salga bien :P

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  3. Hoola! Me llamo Sofia, y tu tio L y mi padre estudiaron juntos, asi que le conozco y me ha hablado de ti :) Tus dibujos y tu historia son increibles *-* También soy una fan del manga :D Me gustaría conocerte ^^ También escribo una historia con una amiga, te dejo el link del blog por si la quieres leer: http://shamanking-novela.blogspot.com.es/ Un placer ;)

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